Dice estar decidida a impulsar la institución, un tanto paquidérmica y adormecida. "Tenemos que convertir la Unesco en una suerte de conciencia de la humanidad. Nuestra labor es fortalecer el humanismo, la dignidad, el diálogo. Es mi ambición". ¿Y qué papel desempeña en eso el director general? "Yo ya me he convertido en un símbolo", dice sin petulancia..
Ama la música, toca el piano, le gusta la arqueología y cuando era estudiante le apasionaban las novelas de ciencia-ficción con trasfondo moral: Ray Bradbury, Stanislaw Lem... Ahora ya no. Para leer en su casa, se olvida de ese futuro al que alude constantemente, y se sumerge en los libros de historia.
11/5/09
"Yo ya me he convertido en un símbolo"
Fuente: ANTONIO JIMÉNEZ BARCA, El Pais (Espana), 05/11/2009
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